La tradición de la quema del año viejo consiste en elaborar y quemar un muñeco que representa al año que termina, con el fin de purificar y renovar las energías para el año que comienza. Esta costumbre se originó en Ecuador y se extendió por varios países de América Latina, donde se le añadieron variantes como vestir al muñeco con ropa vieja, rellenarlo con fuegos artificiales, hacerlo con la figura de algún personaje famoso o político, o acompañarlo de una viuda embarazada.
Es una forma de despedir el año con alegría y esperanza, dejando atrás lo malo y abriendo el camino para la buena suerte. ¿Tú celebras esta tradición? ¿Qué otros rituales haces para recibir el año nuevo? Me gustaría saber más sobre tu cultura y tus deseos.
¡Feliz año nuevo!
Por: Mónica Torroella