🚨 Del impacto se retira líder buscadora
Silvia, reconocida como la valiente líder del Colectivo Guerreras Buscadoras Cajeme AC, ha dedicado casi seis años a buscar donde pocos se atreverían. Durante ese tiempo, su compromiso incansable logró traer esperanza a muchas familias.
Hoy, sin embargo, Silvia anunció públicamente su retiro temporal de esta ardua labor. La decisión surgió tras una experiencia devastadora en el crematorio clandestino de Jalisco, que marcó profundamente su estado emocional.
En palabras de Silvia: “Yo no descansaba, siempre salía puntual y a veces hasta me iba sola. Pero hoy fue muy difícil... Hoy tuve un ataque emocional y necesito alejarme para pensar si quiero y puedo seguir haciendo esto. Haré entrega de todo y espero pronto que el grupo se vuelva a formar fuerte y firme. No sé cuánto tiempo me voy, pero sé que debo irme.”
Silvia también expresó su agradecimiento a todas las personas que la apoyaron a lo largo de su trayectoria, y aseguró que aunque ella ya no formará parte del colectivo, sus compañeras continuarán la lucha. Las búsquedas organizadas por el grupo quedan temporalmente suspendidas mientras se reorganizan, pero Silvia confía en que su labor será retomada con fuerza.
Este testimonio refleja el impacto humano detrás de las búsquedas: el sacrificio emocional, físico y mental que quienes como Silvia afrontan día a día. La comunidad se pregunta: ¿qué tan estremecedor puede ser lo que se encuentra en el rancho Teuchitlán, que incluso alguien con años de experiencia decide dar un paso atrás para recuperarse?
El retiro de Silvia marca el fin de una era en Guerreras Buscadoras Cajeme AC, pero también simboliza el gran sacrificio que implica esta misión. Aún quedan muchas personas por encontrar, incluidos seres queridos de la propia Silvia, cuya búsqueda continuará en el corazón de quienes han formado parte de esta comunidad.
Desde aquí, enviamos un profundo agradecimiento a Silvia, quien con valentía y dedicación ayudó a traer consuelo y respuestas a tantas familias. Su labor no será olvidada. ¡Gracias, Silvia!
